1. Ten pendientes tus gastos: esto te permitirá saber si cada departamento de tu empresa está haciendo uso efectivo del dinero y si se están siguiendo los procedimientos para hacer uso de dicho dinero.
2. Siempre toma en cuenta a tus clientes más rentables: una manera de mantener a flote las finanzas es tener presente cuáles son tus clientes más rentables y asegurarte de que están satisfechos con tus productos o servicios. Ofréceles algún beneficio extra y asegúrate de que sigan utilizándolo.
3. Ahorra un porcentaje de tus ingresos. Destina una cantidad única de tus ingresos para algún ahorro y asegúrate que el mismo tenga propósito. No cuentes con esa cantidad dentro de tu presupuesto mensual.
4. Optimiza tus cobros y pagos: Es necesario entender que una venta no está cerrada hasta que se ha hecho efectivo el pago y es necesario darle seguimiento a las facturas para asegurar un flujo de dinero concreto.
5. Mantén tus cuentas definidas: Es recomendable no tener demasiadas cuentas a nombre de la empresa y las que estén deben tener propósitos y ser usadas acorde.

Mejorar las finanzas de una empresa es un proceso que necesita dedicación y tiempo para ser altamente efectivo y obtener los resultados esperados. El plan de mejoras además debe ser muy estructurado y se le debe dar seguimiento para evitar errores.